Jueves 8 de setiembre. Llegamos al parque de la exposición al promediar las 3:00 P.M., buena hora, ya que había poca gente y el clima estaba bastante fresco, considerando el frío intenso de las últimas semanas. Aprovechamos para darnos una vuelta a la inauguración de la que, sin haber iniciado siquiera, ya estaba dando de qué hablar en cuanto medio de comunicación encontráramos: la feria gastronómica más importante de América Latina, Mistura 2011.
Con las entradas en mano, que por cierto solo eran para invitados especiales (prensa, vendedores de los stands ), y acompañada de un fiel admirador y conocedor de la comida peruana, Julio Benites, mi padre, ingresamos por la puerta Nº 7 para, cual niños en un parque de diversiones, ver por cuál de los más de 70 stands inciaríamos nuestro recorrido.
Al llegar las 4 de la tarde, ya ingresaban más personas a la feria, pero aún podía comprarse tranquilamente, sin necesidad de hacer colas; decidimos comenzar por el sector restaurantes, identificado con el color celeste. El primero en llamar nuestra atención fue el “El Cacique” con postres tacneños como el tradicional pastel de choclo y humitas: platos como el chicharrón de chancho y el tradicional cuy chactado, el famoso combinado criollo (picante con cuy chactado); sin olvidar el plato estrella del stand, el picante a la tacneña, símbolo emblemático de la ciudad y 100 % recomendado por quien acabara de probarlo.
Amantes de los frutos marinos, decidimos acercarnos al stand de Javier Wong, el reconocido maestro del ceviche, donde ya había una línea de personas esperando por su plato. Sin desanimarnos nos pusimos en la cola, y lo volveríamos a hacer, pues definitivamente valió la pena. Pudimos verlo preparando el ceviche, utilizando mejores y más frescos productos, y estaba delicioso; era la justa combinación de un noble pescado como el lenguado, la cebolla y la técnica del afamado Chez Wong. Estábamos a punto de correr a comprar más tickets para repetir el plato, pero aguantamos las ganas, pues aún quedaban muchas opciones por degustar.
Aprovechando que aún no había demasiada gente en la feria, decidimos buscar a otra figura de nuestra gastronomía; así que fuimos al encuentro de Doña Grimanesa Vargas, la reina de los anticuchos, una dama muy sencilla y amable que no se hizo de rogar cuando le pedimos una entrevista y que con una sonrisa y una gran calidez nos invitó, uno de sus más innovadores platos, el anticucho de pota. Curiosos por sentir un nuevo sabor y por la buena pinta que tenía el plato, lo probamo, y fue cuando terminamos de enamorarnos de la feria. Y no era para menos, pues sólo habíamos probado tres platos y todos habían sobrepasado nuestras expectativas.
Empezaba a incrementarse la llegada del público, así que decidimos acercarnos a uno de los módulos del banco a comprar varios tickets para evitar colas más tarde, y luego continuar con la caminata para decidir que otro plato degustar, después de digerir lo ya consumido.
Domingo 18 de setiembre ,4:30 de la tarde. Como no vastó un día para conocer todos los puestos de comida, sin contar el Gran mercado, volvimos a Mistura, pero esta vez para el gran cierre del evento. Casi sin darnos cuenta llegamos al auditorio “Tradiciones”, justo a tiempo para una conferencia brindada por el reconocido chef, Mitsuharu Tsumura “Micha” y el presidente de Asociación Peruana de Gastronomía (Apega), Mariano Valderrama, quienes dieron un resumen de los logros y resultados de esta cuarta edición de la feria, además de responder a todas las preguntas de los periodistas sobre los planes a futuro y las oportunidades brindadas a los productores y agricultores peruanos, la cual culminó con un espectacular video de los 11 días vividos en la feria, el cual podrán ver más adelante.
4:30 de la tarde, terminada la conferencia, y por recomendación de Micha, luego que nos brindara una entrevista, nos dirigimos a un estrado ubicado a la espalda del auditorio, donde iniciaría la demostración de la mejor técnica de fileteado de pescado, en la que participaron cuatro chefs especialistas en mariscos.
Nos dirigimos entonces al Pabellón del Pisco, donde había que hacer un poco de cola, pero la experiencia bien valía la pena, claro, saliendo de allí era imposible escapar de la llamada del chancho al cilindro que se vendía al frente. Pedimos dos platos, y acompañados de nuestra infaltable Inca kola, lo probamos. Podríamos intentar describirlo, pero hasta que no lo prueben, no hay forma de expresar la delicia que era esa preparación del chancho, ahumado y dorado por fuera, logrado por el calor del cilindro que iniciaba el proceso de caramelización, jugoso y cargado de sabor por dentro.
Un grupo de franceses, comía a nuestro lado, y aunque suene algo refrito, les preguntamos qué opinaban del plato, a lo que sin dejar de saborearlo, respondieron con otra pregunta ¿dónde estaba que me perdí de esto toda mi vida?
Para finalizar con el menú completo, nos dirigimos a la sección de postres, donde probamos el arroz zambito, el arroz con leche, la mazamorra morada, los picarones y lo que nos cautivó por su originalidad y variedad de sabores (manzana, maíz morado, alcachofa, etc.), las humitas.
Lo prometido es deuda, aquí un video con lo mejor de MISTURA 2011:
Lo prometido es deuda, aquí un video con lo mejor de MISTURA 2011:
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